La coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo se hace necesaria para que las intervenciones emprendidas en los dos niveles se efectúen de forma óptima y eficaz, y con ello alcanzar la satisfacción de los usuarios y los profesionales. Por ello, se plantea el abordaje del TDAH desde una perspectiva multimodal y multidisciplinar en la que resulta imprescindible la continuidad en la atención entre los niveles sanitario y educativo.

La Consejería de Educación y la Consejería de Sanidad con el fin de facilitar la coherencia de las actuaciones establecidas y garantizar la correcta atención y seguimiento de los menores que presentan este trastorno, han determinado elaborar de forma consensuada un Protocolo de coordinación para la Atención a los Trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad, que se regula mediante instrucción de 31 de marzo de 2017 de la Dirección General de Innovación y Equidad Educativa. Dicho Protocolo está encaminado a conseguir una coordinación efectiva y global en el abordaje de esta patología, facilitando cauces de comunicación y actuación entre profesionales de los Servicios Sanitarios y Educativos, y el menor afectado y su familia con el objeto de garantizar el éxito de las intervenciones y la continuidad asistencial a lo largo de todo el proceso.